El fascismo nos ataca, vertiginosamente. Ahora salieron con una pandemia. ¿De qué hablan? ¿De que han muerto cuántos mexicanos por la influenza porcina?, ¿cien?, ¿doscientos? Pongámosle mil. ¿Cuánta gente vive en México? Casi ciento diez millones de personas, según Wikipedia. O sea, uno cada ciento once mil mexicanos, exagerando como loco. Dos canadienses y uno que otro gringo y español. ¿Eso es una epidemia? ¿Una pandemia? ¿Por eso le andan entregando mascarillas para andar por la calle a los mexicanos, han suspendido las misas, el público en el fútbol, y las clases en los colegios?
No, mentira. Ni epidemia ni nada. Estrategia del miedo, será. Políticas comunicacionales de los Estados. Quieren que temamos, que estemos asustados. ¿Cuánta plata están ganando los laboratorios, o cuánta van a ganar con sus vacunas y remedios? Sabemos que son los laboratorios los que controlan gran parte de las economías, basta con ver esa película, El Jardinero Fiel. Se lo hicieron a África en esos años, el año pasado a Asia con la tontera aviar, y ahora le tenía que tocar una “pandemia” (concepto extraño que inventan para que suene más pomposo todavía) a América. ¿Cuánta gente muere de cánceres, de SIDA, asesinada por estadounidenses al día? Claramente más que por estas gripes terribles que ponen a andar. Las guerras, las matanzas sí que son una epidemia. Esta epidemia no es tal, quieren miedo. ¿Por qué, sino, iba a suspender las clases?
¿Quieren miedo? Aquí les tengo algo bueno. Fui a la Clínica las Condes hoy. Tenía que hablar algo (no daré más información al respecto) en el área de Comunicaciones de la Clínica. Mirando, pasando los ojos por aquí y por acá mientras esperaba un papel, leí un documento aparentemente oficial del centro médico: tenía unas cincuenta páginas tamaño carta, los logos oficiales de la Clínica y en su portada versaba una oración macabra. “Influenza Porcina en Clínica las Condes”.
Ágilmente, una persona que acompañaba mi travesía a aquél poco humilde lugar, hizo una que otra pregunta a una fuente oficial de la empresa. Ésta le comentó que había unos cuantos casos y luego puso cara de “chuuucha, la cagué”.
No, mentira. Ni epidemia ni nada. Estrategia del miedo, será. Políticas comunicacionales de los Estados. Quieren que temamos, que estemos asustados. ¿Cuánta plata están ganando los laboratorios, o cuánta van a ganar con sus vacunas y remedios? Sabemos que son los laboratorios los que controlan gran parte de las economías, basta con ver esa película, El Jardinero Fiel. Se lo hicieron a África en esos años, el año pasado a Asia con la tontera aviar, y ahora le tenía que tocar una “pandemia” (concepto extraño que inventan para que suene más pomposo todavía) a América. ¿Cuánta gente muere de cánceres, de SIDA, asesinada por estadounidenses al día? Claramente más que por estas gripes terribles que ponen a andar. Las guerras, las matanzas sí que son una epidemia. Esta epidemia no es tal, quieren miedo. ¿Por qué, sino, iba a suspender las clases?
¿Quieren miedo? Aquí les tengo algo bueno. Fui a la Clínica las Condes hoy. Tenía que hablar algo (no daré más información al respecto) en el área de Comunicaciones de la Clínica. Mirando, pasando los ojos por aquí y por acá mientras esperaba un papel, leí un documento aparentemente oficial del centro médico: tenía unas cincuenta páginas tamaño carta, los logos oficiales de la Clínica y en su portada versaba una oración macabra. “Influenza Porcina en Clínica las Condes”.
Ágilmente, una persona que acompañaba mi travesía a aquél poco humilde lugar, hizo una que otra pregunta a una fuente oficial de la empresa. Ésta le comentó que había unos cuantos casos y luego puso cara de “chuuucha, la cagué”.
3 comentarios:
Cuando la gente carece del conocimiento mínimo respecto el flujo no solo de las economías intranacionales e internacionales sino de las instituciones públicas de México y a nivel mundial como la OMS, con suma facilidad "vivales", lejos de informar y aportar el poco o mucho conocimiento que de la materia tengan, se dedican a contribuir a la ignorancia y la propagación nagativa, si esa es tu opinion, debería estar apoyada en no solo antecedentes históricos sino en hechos concretos y consultables.
Estoy completamente de acuerdo.
Guatón, vo tení SIDA en la mente
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