A propósito del amor.

Te amo, y quiero casarme contigo. Quiero hacer eso porque quiero compartir mi vida entera contigo, quiero dártela entera, como la CUT, quiero conocer música y desechar música contigo, quiero ver una película, contigo durmiendo a mi lado, y después dormir. Quiero verte día a día y quiero reírme de toda la pintura que te pones y de todo lo que cuesta sacártela en las noches. Quiero sentir tu olor cuando te acuestes. Quiero tener un hijo, y quiero que se case, y quiero que seamos felices viendo lo lindos que son nuestros nietos. Quiero sentir tus manos en mi cara, a veces, y quiero que, a veces, me sirvas la comida, el desayuno, que me atiendas, y yo atenderte. Quiero saber, dentro de cuarenta años, que estuve cuarenta años pensando en ti, y sintiéndote cerca. Quiero hacerte feliz con todos mis recursos, quiero que me exijas y quiero exigirte; y quiero que pase tantas veces que las cosas que yo te exija sean obvias para ti y que las que tú me exiges sean obvias para mí. Y no me importa que las cosas no sean perfectas. No me importaría que tú conozcas una música y yo conozca otra, y que no nos importe. Me daría lo mismo estar durmiendo cuando te acuestas, y levantarme durante tu sueño. Me daría lo mismo odiar tus pinturas matutinas y tus cremas nocturnas. Me daría lo mismo odiarte, y tener un hijo alcohólico. Me daría lo mismo sentir tus manos empuñadas en mi cara, y vivir durante años con una marca en mi nariz. Me daría lo mismo no poder satisfacerte sexualmente durante la vejez, ni durante la adultez, ni durante la juventud. Me daría lo mismo sentir tus golpes diariamente, y no me molestaría que nuestro hijo alcohólico golpee a su mujer, ni saber que eso lo aprendió de ti. No me interesaría dejar de quererte y de respetarte, ni que tú hagas lo mismo, ni asquear tu olor genital, ni horrorizarme con tu cara cada noche. Me daría lo mismo morir contigo odiándome a mi lado, y yo odiándome por haber compartido mi vida contigo. Me daría lo mismo que mis exigencias te parezcan absurdas y que las hagas para evitar conflictos, y lo mismo conmigo, escuchándote y odiándote y haciéndolo. No habría problemas con nuestros nietos bellos, pero insoportables, gritones y despreciables, ni con tu arribismo ni con todo lo que odiaría de ti, por que te odiaría, y tú me odiarías. Quiero que nos odiemos mutuamente, que nos detestemos, que nos obliguemos y que nos exijamos, que nos golpeemos y que no nos reconciliemos, y que vivamos así. Quiero vivir esa vida, y quiero vivirla porque en este momento quiero y siento que debo enamorarme, y tú no pareces tan mal para una persona como yo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

después de la declaración de amor en "ansia" de sarah akne, este es uno de los más conmovedores


juanapabla castel

Anónimo dijo...

qué bonito.

Jen

Otras volás

Con la tecnología de Blogger.